(Del griego gaster = vientre y podos = pie)
Es el grupo de moluscos más numeroso incluyendo 100.000 especies. Es también el más variado en cuanto a la forma de las conchas: en espiral, convexa, cónica, globosa, plana y turriculada. Sus individuos presentan, del modo más claro, la típica división del blando cuerpo en cabeza, pie, masa visceral y manto.
La concha de los gasterópodos se compone de las mismas capas que se han descrito en los moluscos en general, pero su superficie, a menudo polícroma, sólo suele revelar su belleza después de quitarle el periostraco. En el caso más simple la concha está dispuesta como un tubo arrollado en espiral que se ensancha continuamente. Cuando las espirales, llamadas también vueltas, se juntan en el eje, formando un huso sólido, columnilla o columela, que da en la boca al borde columelar: si las vueltas no se tocan, se origina un hueco cónico, llamado ombligo, visible en la base de la concha. Las vueltas contactan arriba y abajo en una sutura. El comienzo de las vueltas, con la espiral embrionaria, constituye el ápice. En el extremo opuesto de la concha está la base, borde inferior de la concha o peristomo, que en muchas especies se prolonga en forma de canal o sifón, surco por donde salen los tubos respiratorios. El agujero terminal de la concha, por donde asoma el blando cuerpo del molusco, se denomina estoma, y puede ser redondo, oval o hendido. El labio externo del estoma puede ser afilado o de forma labial, liso o dentado por dentro y revestido por fuera con tubérculos o espinas. La superficie de la concha es lisa y brillante, o bien está provista de costillas, tubérculos, espinas o cerdas; las costillas pueden ser paralelas al eje (escultura axial) o seguir los giros (escultura espiral). Cuando las esculturas se entrecruzan con un relieve del mismo tipo, se produce un reticulado, que a veces presenta nódulos en los puntos de intersección. Algunos grupos tienen en la, parte superior del pie un disco córneo o calcificado, el opérculo, que encaja exactamente en el estoma, cerrándolo al ocultarse el animal.
Un rasgo atípico de estos moluscos diferencia a los gasterópodos de todos los demás: la torsión de la masa visceral. Durante el desarrollo del animal, éste gira 180º en torno a su eje longitudinal, en sentido opuesto a las agujas del reloj, al mismo tiempo que lo hace en espiral. Como consecuencia de ello, la masa visceral con los órganos pares (branquias, riñones y las aurículas del corazón), así como el orificio genital y el ano, se trasladan a la parte anterior del cuerpo. Las branquias se sitúan delante del corazón, y por ello se denomina prosobranquios a este grupo de gasterópodos. Además en este proceso, los gasterópodos pierden uno de los órganos pares y se quedan sólo con una aurícula, una branquia y un riñón. El hepatopáncreas izquierdo aumenta mucho de tamaño a costa del derecho y las gónadas muestran también desarrollo unilateral. En los opistobranquios (de branquias posteriores), la masa visceral gira sólo parcialmente, la cavidad paleal se coloca en el lado derecho del organismo, volviendo a situarse la branquia detrás del corazón. Lo propio ocurre también en los caracoles de tierra (pulmonados), que se diferencian de los opistobranquios precisamente por la ausencia de branquias. En su caso, el revestimiento de la cavidad paleal se ha convertido en un tejido surcado por capilares, que funciona de modo similar al de un pulmón.
En muchos opistobranquios y pulmonados, la masa visceral se desplaza muy poco hacia delante; en ese caso, la mayoría de los órganos se alojan en el pie, y suelen producirse también una involución de la concha, que pasa a ser un simple vestigio calizo cubierto por el manto e invisible; ocurre esto con los limacoideos. La concha desaparece totalmente en los nudibranquios, que desechan enseguida la concha embrionaria; la cavidad paleal y la branquia se refunden por completo, encargándose de su actividad unos lóbulos dérmicos tubulares, que actúan como branquias secundarias.
La cabeza tiene ojos y uno o dos pares de tentáculos. En muchos prosobranquios se prolonga en forma de hocico, convirtiéndose en una larga probóscide protráctil. El estoma es ventral, y la faringe presenta una rádula multidenticulada, precedida a menudo de unas placas afiladas que trabajan como mandíbulas. Unas glándulas esofágicas pares segregan un mucus que envuelve las partículas alimenticias; algunos géneros producen también una secreción tóxica que paraliza a la presa y la digiere después.
Órganos sensoriales:
En la mayoría de los casos existen, junto a la base de los tentáculos, unos ojos primarios, ocelos, o incluso ojos con lente, que les proporcionan una visión primitiva. Los pulmonados terrestres tienen esos ojos con lente en el extremo de un par de tentáculos contráctiles. Junto a la branquia y dentro de la cavidad paleal, hay células sensoriales que hacen de órgano olfativo. Controlan las sustancias aromáticas contenidas en el agua que entra en esa cavidad, para saber si proceden de presas, enemigos o individuos sexualmente interesantes. Eso permite al molusco desplazarse hacia el aliento, reaccionar ante un enemigo que se acerca o aproximarse a un compañero sexual.
Los gasterópodos se desplazan normalmente reptando, por medio de ondas que recorren la suela del pie y empujan al animal hacia delante. Para poder avanzar también sobre superficies ásperas, sin fricción, una glándula pedal segrega mucus, de manera que el molusco se desliza sobre la “alfombra” viscosa resultante.
Los prosobranquios son, por lo regular, unisexuados. Suelen hacer las veces de pene un apéndice de forma variada situado en la pared de la cabeza de los machos, que en las especies marinas se atrofia o es desechado después de la época de la reproducción. Los opistobranquios y los pulmonados son hermafroditas y generalmente practican una cópula cruzada; muy rara vez se autofecundan. Los gasterópodos se reproducen por huevos, que ponen por lo común en forma de cápsulas o cordones gelatinosos, o también de capullos apergaminados que contienen muchos huevos. Los caracoles terrestres envuelven los suyos en cubiertas duras, a menudo calizas, y los ponen en hoyos practicados en el suelo. El desarrollo de las especies marinas pasa por un estadio larvario, el de velígera (larva velíger), con una fase de vida planctónica más o menos prolongada, pero a veces, las larvas permanecen dentro de la envoltura ovígera y se alimentan de los demás huevos de la misma puesta. Los gasterópodos de tierra y agua dulce de desarrollan directamente, sin estadio larvario.
Los gasterópodos se dividen sistemáticamente en prosobranquios (principalmente marinos), opistobranquios (exclusivamente marinos), y pulmonados (en su mayoría terrestres).